Poesías publicadas en Antología
Homenaje a Jorge Luis Borges
Tregua
Encontrémonos en las altas colinas,
donde el odio no llega.
Destrocémonos en las altas colinas,
nuestras almas
lo agradecerán,
nuestros cuerpos sangrantes,
lo pedirán.
Llenémonos en las altas colinas,
donde el odio no llega,
y, nuestras bocas
llenas de él,
no podrán manifestarlo.
Completémonos en una tregua
de odio y de amor,
y las altas colinas
serán testigos,
de nuestros vulnerables cuerpos.
Pena, ánima
Estar a su lado,
tener una estaca en medio del corazón,
oscuridad total,
y, luego,
luz parcialmente diluída en sangre.
Pena ánima, pena.
Sus manos extendidas hacia mi cuerpo
imposible de alcanzar...
Pena ánima, pena
¿Por qué no puedo amar?
Dulce espera
Me sumerjo en tu vientre,
espero tus caricias,
no llegan.
Tu delicado cuerpo
no me espera...
Lleno de cólera,
mis manos deshilachan tus senos,
mi escondite, ya no es mío,
es de alguien más.
Tus caricias ya no son mías
sino que recaen solamente en ti.
Ya no somos dos en la cama...
Conexión
He comenzado la tarea de autodestruirme,
los cuerpos invaden nuestras mentes rosas
camufladas de un mundo negro,
todo entra por los ojos, todo sale por la nada.
Metálicos cuerpos se nos acercan
para reemplazar la calidez del sol,
sólo quedan las miradas ausentes de recuerdos...
nos llevamos a la perdición.
Ciegos en el país de los tuertos
consiguen que te olviden;
¿Para qué estar,
si puedes no luchar?
Pensé en la inmovilidad de mi vida,
pensé quién nos salvará
en la tarea de autodestruirnos.
Sin conexión he llegado hasta aquí,
me retiro del mundo
sin haber encontrado
la razón de existir.
(No) te encuentras
Inusual cristalidad,
los pájaros sobrevuelan mi cabeza
incitando pensamientos en mi mente.
Tú, te encuentras lejana y tardía,
yo, simplemente no me encuentro.
El sol de la mañana
resalta nuestra pecaminosa cama,
tú no acudes a mi llamado.
Una y otra vez,
nos desvestimos sin mirarnos,
nos amamos sin amarnos...
Gotas de tristeza
mueren en tu fallecida boca...
Y como un trapecista de tus ojos,
muero con ellas.