Preparativos


Se decidió a hacer algo por ella. Para él era suficiente estar juntos y jurarse fidelidad pero ella se encontraba insatisfecha. Necesitaba sentirse amada, necesitada. Así que comenzó a hacer algo.

Acondicionó el departamento con luces tenues, vistió algunos muebles con telas finas y de colores alegres. Esparció pétalos de rosa formando un camino desde la puerta de entrada del departamento hasta la cama y encendió algunas velas aromáticas. Todo parecía un paraíso para el amor.

Cuando se hizo la hora de llegada de ella, se preparó: ajustó los últimos detalles decorativos y hasta se percató de elegir la música ideal.

Cuando abrió la puerta, lo vio colgado de una cuerda que lo sujetaba del cuello y lo mantenía flotando a un metro del suelo.