Literatura y publicidad. Lenguaje

Me propuse encontrar las diferencias entre la literatura y la publicidad y, por sorpresa mía, me dí cuenta que no son tantas. Si bien estamos hablando de dos mundos distintos (podría decirse diametralmente opuestos), la distancia no es tal. Figúrense que los dos utilizan el concepto como punto de partida, las ideas como transporte conceptual y el lenguaje para llegar al espectador. Aquí podría acaecer una diferencia. Si bien ambos pueden utilizar el lenguaje cotidiano, éste prevalece más en la publicidad por una cuestión de accesibilidad al consumidor, claridad conceptual y direccionalidad de mensaje. En cambio la literatura utiliza habitualmente un lenguaje elevado, con sus metáforas e intrincadas historias. No necesita ser tan clara y directa como la publicidad pero por una cuestión temporal. Un aviso o un comercial debe impactar, atrapar, comunicar e influenciar en la mente del consumidor en un acortado tiempo de ejecución (algo realmente difícil) y por eso tiene que contar con la mayor claridad y direccionalidad posible. La literatura tiene mucha más libertad temporal, no por eso puede jactarse de no ser clara, todo lo contrario, debe tener el mismo accionar que la publicidad, sólo que el fin, obviamente, no es el mismo y con ello, el tiempo es otro.